sábado, 16 de febrero de 2008

"Sé dueño de ti".

Todo ser para iniciarse en el conocimiento de la vida, debe 1º abandonar todo pensamiento y deseo negativo, ya que es imposible sentirse y/o hacer algo bien, manteniendo estos en la mente. Esto no significa en alguna manera dejar de pensar y/o desear; pues el pensamiento y el deseo son igual los que motivan al desarrollo, ¡y Dios desea que potenciemos la vida teniendo lo óptimo para nosotros, y para eso nos los ha otorgado!. Lo que significa, es educar el pensamiento y el deseo, conocer que es lo que debe uno desear para mejorar en un concepto integral que potencialice las facultades del espíritu,alma,mente,cuerpo. Apego y/o vanidad igual no deben encadenarle al mundo.

2º El ser ha de existir en el mundo sin considerar a este como la única realidad, sino saber y sentirse un ser parte del universo.
Esto no significa en alguna manera dejar de participar en los aspectos humanos, o dejar de interesarse por los deberes correspondientes al circuló en donde hemos nacido, ni desatender sus necesidades y las de su familia, y/o romper sus relaciones sociales ni mucho menos convertirse en un misántropo, no significa mirar con desdén los adelantos de la ciencia y la tecnología.
Esto significa, mantener el cuerpo y la mente ocupados en las actividades cotidianas sin olvidar o dejar a un lado el alma y espíritu que ponen amor y armonía en lo que hacemos y vivimos; y de este modo colaborar con el plan divino del universo.

Para bien hacer esto, todo ser humano posee además de un cuerpo físico, dos tipos de facultades: intelectuales y espirituales; estos poderes deben ser estrechamente utilizados, porque si se usan solamente los poderes intelectuales uno se vuelve materialista y egoísta, concentrando sus poderes en un pequeño margen de su personalidad y perderá la conciencia de la unidad universal, quedando su ser reducido a una parte infinitesimal de la realidad.
Por otra parte: si intenta remontar su espíritu prematuramente a las regiones por él desconocidas, sin haber desarrollado y ensanchado suficientemente su conocimiento e intelecto para que actué como base firme sobre la cual desarrollar su espiritualidad; podrá quizá visualizar cosas espirituales, pero no será capaz de comprenderlas, convirtiéndose en una persona nada practica, en un fanático, supersticioso y soñador.

Quedamos pues que no debe existir un crecimiento y/o accion espiritual sin ir de la mano de un trabajo intelectual; porque el crecimiento desorbitado de uno ira en detrimento del otro.

"Aquel que obtiene un noble conocimiento es mas sabio, aquel que lo aplica a su vida es mas feliz".
Juan Gómez León.